martes, 18 de septiembre de 2007

¿Qué he aprendido del 1er. hábito?

Ser practivo todo el tiempo es muy difícil porque diariamente nos enfrentamos a retos o experiencias diferentes. Por lo tanto, comportarse de manera reactiva nos ocurre en más de una ocasión en la vida. Podría contar muchos momentos es que he sido reactiva ante las situaciones que vivo.

En una ocasión, por ejemplo, tenía que estudiar para un examen que no era muy complicado pero ameritaba cierto tiempo para recordar los temas y revisar algunas dudas, sin embargo, finalmente decidí no estudiar porque me sentía confiada de la sencillez de la materia y de mis conocimientos. Cuando llegó el momento del examen, me di cuenta de lo importante que es estar siempre preparado, pues no pude resolver la mitad del examen porque olvidé todos los detalles. Preferí no estudiar y descansar, en lugar de haber estudiado algunos minutos para prepararme.

Creo que en este caso la moraleja de la proactividad no se refiere a dedicar mucho tiempo a estudiar para cada examen, sino aprender a decidir (conciente de las consecuencias) y definir las prioridades en mi vida de acuerdo a lo que busco. Si mi prioridad es estudiar pero también quiero descansar, tengo responder con proactividad y con responsabilidad sobre mis actos.

Todos los seres humanos somos libres de elegir y tenemos la capacidad de responder a cada situación de la manera que queramos. Sin embargo, lo más importante y la base para poder gozar de esta libertad es la autoconciencia, pues si no me conozco a mí misma, no seré capaz de decidir concientemente lo que quiero para mí.

Por lo tanto, creo que para agrandar mi círculo de influencia primero necesito conocerlo y reconocer el rol que juego en mi entorno. Una forma de comenzar a conocerme a mi misma y a evaluar la manera en que reacciono, es dedicando algunos minutos al día para reflexionar acerca de mi comportamiento, mis aciertos y mis errores durante esa jornada. No hay mejor juez que yo para decidir lo que quiero y lo que estoy dispuesta a cambiar en mi vida.

Estar en mi círculo de preocupación es cansado porque me obliga a pensar todo el tiempo en las situaciones cuya solución no está en mis manos, dedicando así la mayor parte de mis energías y pensamientos en cuestiones que no podré cambiar. Esto me quita la oportunidad de enfocarme en todo aquello que si está en mis manos y que me puede ayudar a vivir la vida con más ligereza y disfrutando cada paso.

La frase "Nadie puede hacerme daño si yo no se lo permito", citada por Covey en su libro, me impactó porque define perfectamente el concepto de “capacidad de responder”. Yo decido lo que pasa con mi vida, la manera que quiero vivirla y las cosas que quiero disfrutar; así mismo tengo la capacidad de decidir en qué sentido me afecta mi entorno. Esta frase se relaciona mucho con mi concepto de felicidad: no es un sentimiento, es una decisión.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Primera Actividad Colaborativa

La primera actividad colaborativa fue muy interesante porque estuve trabajando con mi equipo de una manera muy constructiva. Cada uno realizó su actividad individual y después nos juntamos para terminar la parte colaborativa. Me sentí muy satisfecha con nuestro trabajo porque participamos juntos y todos demostramos interés y proactividad al trabajar. Creo que es mucho más sencillo trabajar en equipo cuando todos entendemos lo que tenemos que hacer y además hacemos un esfuerzo por logarlo de la mejor manera.
Desde la primera vez que nos juntamos a trabajar juntos, mi rol se definió sin decirlo literalmente, pues cada uno fue mostrando sus habilidades, fortalezas y debilidades para trabajar. Yo me encargo de redactar o documentar las ideas, para darles sentido de manera escrita tomando en cuenta las expectativas de todos.
Cuando trabajamos en equipo creemos que conocemos a los integrantes desde la primera vez que trabajamos juntos y juzgamos sus habilidades "a la primera", sin embargo, durante estas reuniones con mi equipo virtual me he dado cuenta de que nunca dejamos de conocer a la gente con la que trabajamos, y esa es la magia de trabajar en quipo: descubrir las cosas que somos capaces de hacer al trabajar con más gente, nuevas habilidades o fortalezas que resultan de juntar el esfuerzo.
Por lo tanto, creo que durante todo el semestre seguiremos conociéndonos y aprendiendo unos de otros, y seguramente encontraremos nuevas formas de trabajar y reforzaremos nuestra relación.
Todo ser humano se rige por sus valores y se desempeña de acuerdo a lo que le parece importante. Al trabajar en equipo es necesario, no solo tener el mismo objetivo, sino aprender a conjuntar los valores y darles sentido para logar los objetivos en común. Cuando los valores coinciden entre los miembros del equipo, la sinergia llega más fácilmente porque todos tienen los mismos fines a largo plazo.